PRINCIPIO CRISTO CÉNTRICO

Fundamentación Bíblica: Gálatas. 6:14

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Seguir a Cristo Virgen, pobre y obediente en la contemplación de sus misterios, en el estudio y profundización de las Sagradas Escrituras, en la liturgia, especialmente en la Eucaristía; en la Iglesia, en la fraternidad religiosa y universal y en la naturaleza, encarnándolo en la historia  para la gloria de Dios y la santificación de sus miembros (Conf. Const. 6), formando  hacia un proyecto de hombre en el que viva Jesucristo; reconociéndolo, como centro y eje del universo, modelo y guía del hombre, solidario con los sufrimientos y las esperanzas de la humanidad. Teniendo siempre presente el ideal de nuestros Fundadores: “Ya que os habéis consagrado por completo al Señor, ya que sois enteramente suyos, no habréis de pensar más que en amarle, en complacerle, en promover, por todos los medios posibles, su mayor honra y gloria” ( 1c. Past. Mons. Alfonso). “Ansío persevere hasta la muerte abrazada de la cruz coronada de espinas y herida de amor por el dulce Jesús”. (C. Her. Madre Clara).


PRINCIPIO MARIANO

Fundamentación Bíblica: Lucas. 1:26

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Amar y venerar a María Inmaculada como Madre, modelo y guía de seguimiento a Cristo en su respuesta al Plan de Salvación,  imitando sus virtudes y haciendo vida la exhortación de San Francisco de Asís: “Pongan los ojos ante todo en el ejemplo de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Jesucristo, Dios y Señor nuestro, siguiendo el mandato de San Francisco, que profesó una grandísima veneración a Santa María, Señora y Reina, Virgen hecha Iglesia. Y recuerden que la Inmaculada Virgen María, cuyo ejemplo han de seguir,  se llamó a sí misma esclava del Señor” (R y V 17).  Porque la Congregación nace como fruto de una promesa que le hiciera nuestro Padre Fundador a la Inmaculada Concepción, que si recuperaba la salud fundaría una Congregación  dedicada a su culto,  a la educación y formación  de niñas pobres. (Conf.) y para que viviendo nuestro ideal fundacional: “Si somos hijas de María Inmaculada debemos ser santas…” (Madre Fundadora) y  “Que yo sea defendido por ti, oh Virgen”… (Escudo Episcopal, Padre Fundador), expresemos una ferviente devoción  dándola a conocer.


PRINCIPIO ECLESIAL

Como miembros de una Congregación que es porción del Pueblo de Dios, dedicada a las obras de educación y caridad cristiana insertas en la Iglesia local,  debemos fidelidad al Papa y a su Magisterio (Confr. Const. 5), cuya misión fundamental es el anuncio del evangelio a todos los hombres (Mt. 28,19). Fieles a esta misión, inherente al carisma franciscano,  llevemos la Buena Nueva mediante el testimonio de fraternidad, en minoridad y servicio, dentro de nuestras obras (Const. 60,a), trabajando  con ardiente anhelo por la santificación personal y la salvación de las almas (Const. 6).


PRINCIPIO FRANCISCANO

Fundamentación Bíblica: Mt. 22:39  Mc. 12:30.

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Tener  como Fundamento la vivencia del Santo Evangelio en el seguimiento de Cristo, a la manera de San Francisco, quien de Él hizo el centro de su vida. (Const. 1), vivenciando  las actitudes propias de la espiritualidad franciscana: siendo orantes, sencillas, obedientes, alegres, aceptando gozosamente la cruz, fomentando la  unidad congregacional, el amor fraterno, la minoridad en el servicio,  la vivencia del espíritu  de las bienaventuranzas (Conf. Const. Nro. 3ª),  promoviendo la paz y el sentido eclesial  que reflejan la verdadera pobreza de espíritu, donde “…la simplicidad recibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad” (1Cel. 85). Asumiendo con fidelidad la tarea de construir el reino en la historia y en el mundo, sembrando la paz, la benignidad y la concordia (Conf. Const. 60,b).


PRINCIPIO FUNDACIONAL

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Restaurar el culto divino y cooperar en la obra de regeneración de la sociedad peruana, con la sólida instrucción y esmerada educación atendiendo a las clases pobres y más indigentes.  “Porque comenzando la regeneración por los niños podrá reformarse la sociedad doméstica y ésta proporcionará los elementos constitutivos, sanos y provechosos que formen más tarde la sociedad pública”.

(Car. MCCM, 22Oct. 1883).  Siendo  fieles a este propósito nos consagremos a la educación  y formación en la fe  conduciendo  las almas a Dios para que sean útiles a nuestra Patria.


PRINCIPIO HUMANISTA

Fundamentación Bíblica: Gn. 1,26

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Priorizar el valor de la dignidad del hombre como un ser importante y valioso por sobre todo lo material, creado a imagen y semejanza de Dios (Gn.1, 26).

Dando una educación que integra el cuerpo y el espíritu, la ciencia y la fe, la cultura y la vida, la acción y la contemplación, la teoría y la experiencia, el saber y el enseñar, para que cada persona se realice plenamente en sus tres áreas fundamentales: Desarrollo de los conocimientos, desarrollo humano y espiritual, propiciando la actitud creativa y crítica, la autodeterminación, la ética y la moral y  a ejemplos de nuestros Fundadores, encaminemos  al hombre a alcanzar la madurez cristiana llegando  a ser adultos en Cristo, capaces de construir  una sociedad  justa y fraterna de acuerdo a las exigencias del mundo actual.


PRINCIPIO ECOLÓGICO Y DE COMUNIÓN UNIVERSAL

Fundamentación Bíblica: Gen 1:1

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Amar a la naturaleza como hogar de la humanidad  (Gn.1, 1ss) considerando a todos los seres procedentes de un mismo origen, llamados a vivir en armonía, fraternidad y comunión universal. San Francisco de Asís, patrono de la ecología nos enseña a buscar el diálogo fraterno con las criaturas, viendo en ellas la manifestación de la bondad y sabiduría de Dios. En su himno de alabanza y gratitud al Padre, llama a todo lo creado “Hermanos y hermanas” (EEFF; Cánt.), actualizando  así  la Génesis de la creación buscando la armonía entre Dios, el hombre y el cosmos, quebrada por el pecado y restaurada por Cristo.